jueves, 22 de mayo de 2008

A ti Qwerty…


Cañería que drenas lo que mi consciente no puede aguantar más en el asilo de lo apócrifo, de lo no permitido. No puedo decir que gracias a ti lo desecho, y no, porque no quiero, si no, porque no lo permites, solo me das la oportunidad de echarlo afuera por un rato, de sacarlo a pasear, e ir aprendiendo de ti, a alzar los ojos y mirar directamente a los de cualquiera que ose burlarse de mi monstruo.